Somos individuos, entes definidos y diferenciados de los demás, aunque nos empeñemos en demostrar lo contrario.
Cada uno de nosotros vive rodeado de un montón de extraños con los que intenta convivir de la mejor forma posible, suele resultar muy complicado, y hasta uno puede llegar a creer que conoce a alguien, pero siempre se demuestra que es mentira, por que nadie conoce a nadie, ni tan solo así mismo.
La racionalidad, un entretenimiento con el que matamos las horas de hastió, que no cuenta para nada, ¡ninguna decisión ha sido tomada nunca basándose en la razón!.
Pero seguimos empeñados en demostrar que la inteligencia es el poder supremo que nos llevara a habitar en un mundo perfecto ja!. Estamos hundidos en un caso de esquizofrenia colectiva a nivel mundial y lo peor es que intentamos aparentar que nada pasa, que la normalidad reina por doquier.
Entonces es lógico que la generación este llena de autistas y carentes de cualquier tipo de interés por mejorar el tipo de vida que llevamos; se refugian en videojuegos, programas de televisión, en una realidad materialista, luchando a su manera.
Quizás ellos lograran convertir el mundo en un lugar totalmente mecanizado y entonces no habrá ahora si lugar para la improvisación, y así prostituiran todo lo que significa estar vivo.
Pero eso estará bien por que será lo mas parecido a lo que la humanidad necesita: ¡Un tratamiento de shock!
Y de seguir por el camino que parece nos hemos marcado, nos llevara inmediatamente hacia el estrés, neurosis, locura......SÍNTOMAS DE NUESTRA GRAVE ENFERMEDAD.
...Pero algún día alguien despertara al encontrar una brizna de hierba que hará despertar sus mas profundos y primitivos instintos, y entonces se revelara contra la razón, y así habrá un nuevo comienzo, junto con otros igual a él.
O quizás todo lo que he dicho es mentira y los sentimientos no sean mas que otra de las muchas caras de la racionalidad.
Pero de seguir así, el hombre, el cabezota y egocéntrico del hombre, permanecerá solo en el universo....TRIUNFANTE ¡si!, pero abandonado, condenado a una racional existencia de aburrimiento sin fin.
Gigi
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