Grítame con aquellos enojos como si me amaras de verdad . No intentes mentir, el reojo de tu piel es clara serenidad. Blancos nubarrones nos esconden blancas nubes que van en desbandada bloques de ríos cubren desorden del amor que no contesta a nada Me retiro con mi biológico fusil suave y profundo es mi canto, tenue. Me retiro para no verte bajo el añil que la vida me dice, “vamos, ve, continué”.
Texto agregado el 07-04-2007, y leído por 26687 visitantes. (4 votos)