Nunca voy a olvidar al niño de los ojos café… Aun recuerdo el primer día que lo vi como si fuese ayer, sentado, esperando el tren que lo llevaría de regreso a casa, y sus ojos eran lindos, su color muy particular…café, pero no era un café común como los míos, sino un tono un poco mas claro que jamás antes había visto, como llenos de luz, de un brillo tan natural que parecía que podía hablar con ellos, juro que eran indescriptibles…

Y ahí sentado me miro con esos ojos…y tenia puesto unos jeans y una camiseta, y en el brazo traía pulseritas de esas hechas de hilos de colores… y me sonrió.

No se si fueron esos ojos que tenían algo mágico los que me hechizaron, pero así fue, porque desde el momento en que lo vi supe que jamás lo olvidaría.

Se levanto de su silla y camino hacia mí…“señorita, disculpe, usted trabaja aquí?” me pregunto. “si, yo trabajo aquí” le conteste. En esa época yo trabajaba en la estación de tren. Había perdido su tren y no sabia cuando seria el próximo que iba hacia el pueblo donde el vivía, juntos revisamos el horario y le explique que su próximo tren salía en 6 horas.

Entonces nos sentamos en las sillas de la estación y platicamos por horas, derrepente algo extraño ocurrio... sus ojos y los mios se vieron al centro, y senti que mi alma se pasaba a su cuerpo, y la suya al mio, como si era la misma alma dividida en dos cuerpos... Una sensacion intensa, y le pregunte, "lo has sentido?" y me contesto: "de la misma manera que tu, como si nos conocieramos de toda la vida".

pasamos las horas ahi y fueron mis horas mas felices, mas completas, mas autenticas de mi vida.

Y el tren que se llevaría a los ojos más dulces que había visto, llego. Y lo vi subir, y me quede inmóvil sentada frente al tren, y vi como se alejaba hasta perderlo de vista.

Y desde entonces por el resto de mi vida, sus ojos se convirtieron en mi mayor inspiración.