Por qué he de pedir
por salvar a aquel
que ha destruido.
Acaso, o Señor,
el ave que vuela
y cursa los cielos
no tiene merecimientos...
Acaso no nos has dado
el dominio de las cosas,
no para nuestra servidumbre,
sino para que venga de nosotros
el cuidado...
Debimos haber sido
el pastor,
que cuida el rebaño,
del lobo
que mora dentro
de nosotros.
Debimos haber sido,
la madre
que cura,
a la madre
que nos dió
la vida.
Debimos
haber luchado,
por ellos
que no tienen
voz, que ahora
perecen
entre tierras
hediondas
de negras
sangres.
Debí correr
una vez más
detrás de aquel
que daña
lo que más
amo...
Debímos haber
hecho tantas cosas,
o Dios, perdóname,
por no ser nadie,
por querer
y no poder
mover a todos...

Perdóname,
o señor
porque he pecado...

Te ruego
otra oportunidad.
por que