Fue siguiendo esa huella que escapo al fin, sin más equipaje que un pasado confuso, un par de certezas y más dudas cada día.
Sabe sin embargo, lo supo desde casi siempre, que nada malo le puede ocurrir, nada tan malo como lo ya vivido, sabe también que nada de lo que fuera a ocurrir de aquí en mas le dejara señal alguna. Basta para hoy los males de ayer….escucho repetir mil y una veces a Concepción, la cuenta ve y dile numero uno de su barrio de infancia, le da gracia recordar ese barrio como si fuera parte de un esbozo lejano, lejano. ¿Infancia dije?
Realmente no se si Lupita tuvo alguna vez ese trocito de niñez que nos toca por vida. Le toco nacer con esos ojazos negros y serios, como mirándolo todo y a la vez comprendiéndolo todo, esos ojazos de luto, de viudez precoz, de darse cuenta demasiado pronto lo que le esperaba, tal cual lo que vive hoy, soledad, tristeza, tedio, sopor de muerte,
Lo confirmo con el primer llanto, con el primer gesto mezquino de los seres que la rodeaban simulando conocerla y ser parte de su mundo, lo supo con la primera traición que vivió en carne propia, el día que Amparito la dejo por Candela, la poseedora de la muñeca mas grande del colegio, haciendo añicos su amistad, siguió el enamorarse de su primo Manuel mucho mas grande, y por ello mucho mas interesante que cualquiera que conociera hasta ese momento, solo que el ni se entero, como se espera de ese tipo de amores…Ahora lo sabe, ahora con sus 17 años, ya es toda una mujer, eso también lo sabe…
Despertó sobresaltada, tuvo esa pesadilla nuevamente, ya se va a ir, va a llegar un día en que esa fastidiosa no aparezca mas, también cree saber cuando, solo que tiene un poco de magia dejar intacto el misterio piensa, por si algún día se le da por escribir sus memorias, a eso juega de vez en vez, juega a ser ella misma pero con opciones, vive lo mismo casi siempre en sus juegos, solo que en ciertos momentos precisos, se atreve a soñar, a imaginar que pasaría si cambiara algo, doblara en vez de cruzar, saltara en vez de pisar, callara en vez de decir lo que ya dijo, nacer o no…eso también lo juega….solo que aun no se anima a ponerlo en el tablero.
Menuda cobarde esta niña.
Siente que llega al destino esperado, aun sin abrir sus ojos, como le ocurre algunas veces, solo lo supo y respira aliviada, Es como la sensación de llegar a casa, en realidad pensándolo mejor, es la primera vez que tiene esta sensación, de sentir que por fin puede descansar sus gastados pies, y ya no mirar por deber, tal vez hasta ahora pueda solo contemplar, paisaje, personas, quien sabe…
El ultimo aventón fue en compañía de un chileno al que no comprendía muy bien, tenia cara de buena gente, aun así no pego un ojo ni bajo la guardia, nunca se sabe, se repite a si misma una y otra vez. Este extraño hombrecito le recomendó un par de sitios donde quedarse, lo que el hombrecito no sabia es que Lupita realmente no lleva ni una moneda con ella, lo que no la aflige para nada, ya esta acostumbrada a ser parte del azar.
No es tan feo el pueblo, un poco triste, un poco como ella, poca gente se ve, tal vez por ser la siesta, estarán frente a la novela las comadres o lavando trastos, o quizás los mas jóvenes, si es que hay, transpirando entre caricias sofocantes. De niños ni noticias, mejor piensa Lupita, menos ruidos molestos, menos preguntas impacientes, después de este vistazo rápido a su nueva morada decide seguir, como desde siempre, se alisa el negrísimo cabello, estira su deslucida falda, se para con seguridad en sus tacos ya pasados de moda y paso tras otro empieza a recorrer esa ancha callejuela de tierra, sin esperar nada a cambio, excepto pasar totalmente desapercibida…una vez mas.
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