Florecían en tus labios,
La llave del placer,
Sólo debía ir ahí,
A beber la poción
Q hechizaría mis sentidos.
Brotaban de tus ojos
La magia de tu ser,
Sólo debía mirarlos
Fijamente con los míos,
E hipnotizarías mis sentidos.
Iluminadas tus manos,
Llevaban el calor,
Sólo debía tomarlas
Y dejarlas vivir...
Caerían como rocío...
Escuchaban tus oídos
Cada uno de mis suspiros,
Sólo debía no oprimirlos
Y fusionarlos con cada uno
De tus respiros...
Tu olfato sentía
Mi presencia cerca de la tuya,
Sólo debía autorizarlos
A seguir el perfume
Que velaban mis colinas.
Tus sentidos y los míos
Tu afecto,
Mi cariño,
En inocencia se sentían
Por momentos enloquecidos.
La blancura permanecía,
Se traspasaba la mía hacia ti
Y la tuya hacia mí,
Sentí volar,
Estábamos aquí.
Me robaste,
Te robé...
Soñaste,
Te soñé,
Soñamos...
Descubrimos...
Volamos...
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