Desmesurada paciencia, exagerada elocuencia, impaciente dulzura, inocente locura, extrema suavidad que pide no rendirse hasta acabar. Agresivo el sentimiento, es el querer rodeado de espinas, como el cadáver de una rosa, en las manos estertosas de mi loca necesidad.
Te gusta hacerme llorar, no te das cuenta, lo hago a tus espaldas, me duele quererte, no quiero sentirlo, no quiero pertenecerte, no quiero necesitar de tus suaves palabras y sin embargo ansío eso y mucho más.
Nada va a lastimarte ahora, nadie te adentrara en una mar sin pasiones, mientras yo este, dormirás para siempre en estos brazos, dormirás efímeramente para siempre conmigo, resguardare tu rostro de cualquier palabra dolorosa, y besaras el cielo, mientras te mirare desde el abismo.
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