No escribo tu nombre porque sabes la razon de no hacerlo. Te recuerdo como el primer dia que aceptaste ser la parte mas cercana a mi vida. Por eso no me he olvidado de ti. Y todos los dias pienso en lo grande y hermoso que es tu pais. Pienso en esos rituales, penachos de plumas, caciques y las tres carabelas llegando desde Europa. Y la parlanchina Malinche. Colon y la Corona. El subdito y la doncella.
Me gusta todo lo que escribes porque te apropias de una realidad que sometes a la clara inteligencia de tu imaginacion. Yo siento que el mismo espiritu que te dicta los pensamientos es el que te mueve a decirme cuanto me amas. No quisiera emplear contigo la palabra agradecimiento porque no creo que necesite decirlo. A ti las cosas quisiera decirtelas de otra manera, con otro acento, con un acento dicho desde el mejor angulo de la vida y anichado en el mejor pecho del mundo: tu mundo. Diras porque el mio, si no lo conoce? porque el mio no tiene raices para crecer y echar frutos. Creo que el tuyo es un mundo de gran poder, un mundo con mucha alegria... y otras cosas. El compromiso que voluntariamente adquiri contigo no lo he olvidado. Lo tengo muy presente y es un buen motivo para decirte con palabras que tu sabras encontrar, todo lo que tu mano pueda alcanzar. Si quieres plantame como una flor en cualquier parte de tu vida.