Tora! Tora! Tora!
(Tigre, tigre, tigre)
En la mañana del siete de Diciembre de 1941, la Marina Imperial Japonesa lanzó su ataque a Pearl Harbor, en la isla de Oahu en Hawai, fue dirigido a la Flota del Pacífico de la Marina de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían la zona, Tora, tora, tora, el código utilizado por la Marina de Japón para anunciar el éxito el ataque. El Almirante Isoroku Yamamoto planeó el ataque como el inicio de la Campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, que fue dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, quien perdió a 64 militares. Sin embargo, los tres portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron dañados. Estados Unidos tardó en recuperarse entre seis meses a un año. La opinión pública estadounidense vio el ataque como un acto de traición y se unió fuertemente en contra del Imperio Japonés, que salió victorioso en la acción, aunque finalmente resultó derrotado en 1945.
Japoneses residentes en los Estados Unidos, debieron abandonar el país, entre tantos, mi padre y mi madre que vivían en diferentes estados, llegaron a América del Sur, él y ella a Chile, los dos encontraron un lugar en Santiago y las oportunidades, además del aprendizaje del idioma español, los reunieron, se enamoraron, se casaron y formaron su familia. Soy chilena por nacimiento, japonesa mi ascendencia, nunca he viajado a Japón y en mi hogar siempre se ha hablado en español, solo escucho hablar japonés cuando mis padres se comunican entre ellos privadamente.
Amo mi Chile, y me siento chilena, nunca segregada, siempre bienvenida, aunque mis rasgos orientales me recuerden siempre y a mis amigos que no lo soy, peiné trenzas en el colegio vestida de huasa, bailo la cueca como chilena, toco guitarra, canto folklore, profesional de la Universidad de Chile, novio chileno, proyectando a futuro, formar mi propia familia en Chile.
Mi nombre es Victoria, Tora, para mis padres, hermanos y amigos, el diminutivo nació del recuerdo de mis padres de toda aquella tragedia, la guerra, el exilio, y las palabras que de alguna manera les permitió dolorosamente conocerse y poder vivir en este país, cuna de sus hijos, de su prosperidad, de su amor.
¿Y por qué pensarán ustedes que escribo todo esto?
Solo la voluntad de explicar el origen de mi nick, y las malas interpretaciones que se han hecho, cuando un hecho tan trascendental en la historia es parte de uno mismo, pareciera ser que no pensamos que los demás no tienen por qué saberlo.
Al registrar el nick, pensé en el diminutivo que me nombra, ni siquiera imaginé que en una comunidad literaria de habla hispana no se me interpretara, por lo que me disculpo. Mi deseo es compartir con ustedes este espacio y como no puedo cambiar el nick, les ruego acepten mi explicación.
He recibido mensajes muy desagradables, también alguien me interpretó como “la vaca”, la hembra del toro, ustedes deciden, si me voy o me quedo.
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