El éxito suele ser esquivo, lo persigues hasta cansarte sin resultado. Tan acostumbrados estamos a ello, que cuando nos llega de una manera u otra, no podemos evitar sentirnos abrumados. Queríamos ayudar a dar el empujón necesario en el momento adecuado, ganando con ello unos cuantos pesos. El numero de clientes aumentó demasiado, se nos salió de las manos, abrimos sucursales en diferentes países y siempre nos faltaba cobertura. Uno por uno eliminamos todos los humanos de la faz de esta buena tierra, y nosotros somos los únicos de la especie aún vivos. Tenemos la oportunidad de declararnos dueños y reyes absolutos de todo, pero...¿de que nos serviría, sin vasallos a quién oprimir?. No hemos decidido de que manera, como sea, en siete minutos la naturaleza se librará de una raza maldita que por poco acaba con ella. Ojalá esta vez haga bien su trabajo, y de la greda que vuelve a su estado natural, moldee algo mejor. No pensamos que aquel deseo estuviera instalado en cada cabeza, tal vez no debimos cumplir tan cabalmente con nuestro trabajo. Los sueños son buenos precisamente por que generalmente no se cumplen, cuando intiman con la realidad son muy peligrosos. Bienaventurados los animales que no desean, y que tendrán desde ahora, todo este planeta a su merced, de nuevo, como antes. |