Desearía que fuese simple el saber.
Que mi forma fuese básica,
Pero en vez de eso me maldicieron con verdad y pensar.
Me cegaron de vivir,
Me mataron de soñar,
No hay suficiente para ver otro lado
No hay suficiente arrepentimiento,
Porque no conozco manda más que matar sentimientos
Y llenar el olvido de recuerdos,
De los más trágicos,
De los más solitarios.
Las noches hacen extraños mis sentidos
Se pierden las realidades que mantienen mi forma.
Se desespera mi temor.
Es nada más que miedo
Que en el día donde la realidad determinada guía los pasos
No existe.

Son demasiadas excusas las que llenan los rincones del mundo físico
La soledad acompaña y es verdad pura.
Pero aun así se sienten los fierros que presionan mi piel de día, en los que me guía la realidad.
En las noches es peor, el dolor del arrepentimiento, hiere mis costillas, hiere mi rostro, hiere mi vida.
No hay forma de gritar
No hay sonido en un mar de lamentos

Quisiera que fuera simple
Pero me rindo fácilmente a pensar que no hay nada mejor para mí.
Que no existe mejor para mí
Que pasa ahora cuando mi cuerpo ha dejado de sangrar el rencor transmitido por generación?
Que pasa ahora cuando puedo salir de vivir?
No puedo ver
No puedo creer
Tengo miedo.