Todo lo que quiero es que amen. Que me traten con ternura, que me hablen dulcemente, que me consideren, que me tengan en cuenta. Y que tengo en cambio: a Luis.
Despiadado, despota, un tirano, que no sabe ni si quiera compartirse en la intimidad. Es torpe, creido, gordo, hediondo, putrefacto.
Que me impulsa su cercanía. Estar casada con él.
Y ser su esclava, mientras él me domina. Ejerce su poder, enguantado, y manipulador. Por qué, aguanto todo eso? Es por sumisión, porque sentirme esclava me favorece, me deja vulnerable, para que los otros piensen y tomen decisiones por mí. Sin padecer strees.
Tengo tres hijos grandes, que no imaginan mi calvario, y ni siquiera puedo contárselos (sería osado e intimadante, vergonzoso para ellos saber que su padre, me sodomizaba por la fuerza, y yo le cobraba). Así como lo leen.
Y mientras más imploraba yo, mas placer sentía él. Que extraño sadomasoquismo lo habitaba.
Tabúes ancestrales, de su madre también dominadora,déspota, tirana, rayana en la demencia.
En fin, ya está...
Ya lo dejé y estoy sola.
Ojala con su novia actual haya aprendido a tratar a una mujer...
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