Inicio / Cuenteros Locales / musquy / El sueño de la mandrágora
Respira y siente el calor del Sol
Huele el amargo perfume de las orquídeas
Las toca y percibe la suavidad de sus hojas
Emocionada se acerca a las aguas del lago
¡Por Dios puede ver!
Contempla un terso y suave rostro
Cabeza, cuello, pecho, extremidades
Todo está en su sitio
Sonríe
Está a punto de bailar y cantar
Pero hay algo que falta
Hay algo ausente
En ese complejo de órganos, membranas y huesos que son ahora su cuerpo
Algo…
Algo no existe
Una reminiscencia, tal vez, del Ser que fue.
De ese Ser sin alma, sin aspiraciones, ni esperanzas
Algo hueco en el pecho
Algo que no retumba, ni bombea
Algo que no logra escuchar dentro de sí
¡Por Dios también puede escuchar!
En ese instante de desconsoladora confusión
Es arrancada violentamente de su ensoñación
Y grita
Grita con esa voz inhumana de mil agujas envenenadas
Matando en el acto a su absurdo agresor
Su agresor
Su sueño
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Texto agregado el 01-04-2007, y leído por 158
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