Despierto caído entre tus brazos,
safisfecho después de devorar tus sueños,
con mis piernas entre las tuyas sujetas
y mis manos vestidas por la invisible tela
de tu aroma.
Mi sexo dormido se sujeta
a tu pausado respiro.
Me muevo tranquilo, despacio;
contemplo de cerca tu rostro
dónde horas antes vivieron tus gemidos . . .
Tus párpados callados
hablan de ternura,
tus labios racimos de besos
detienen mis latidos
Tus manos y las mías son las mismas.
Hoy no quiero levantarme por completo.
Atrápame de nuevo.
Texto agregado el 31-03-2007, y leído por 126
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
03-08-2007
Muy buenos los versos que se desmayan en creativas metàforas. doctora
31-03-2007
muy buenos estos versos, me gustaron, un saludo cordial.***** Raiandoelsol
31-03-2007
cuánta ternura describes!!!!!!! tecclas
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