Discúlpenme por mi ausencia.
Pero no pude asistir.
Como pueden ver, este no soy yo.
Nada que ver conmigo.
Quizás en algún lugar remoto
me encuentren.
Pero no seré tampoco yo.
Cuando ella se siente eufórica,
y en las nubes altas llueve y quema en la piel,
y cuando ella sana,
cuando sube
cuando ella baja,
entonces me parece verme a mi.
En un espejo dentro de un espejo dentro de...
y en la ventana de un rascacielos
donde me gusta verla,
y aun así
no soy yo.
Disculpadme por mi ausencia.
Pero voy a visitar
a mi amor perdido
de luz que me fue arrebatada,
y de sus ojos la estela
seguiré como el ciego
inefable que soy.

Cuaderno de notas, 1988, Londres.