Solo los ojos de Dios, la miraban, solo sus ojos de vista gastada, podían definir su mirada.
solo aquellos que la amaban, la entendían.
solo el mismo suspenso, la hacía verse más bella.
sus canas iluminadas, aún brillantes estaban. La luz del cielo la ayudaba.
solo sus manos envejecidas y suaves, sabían la dulzura que habían entregado en su larga vida.
Sus mejillas pálidas y gastadas, relataban su tranquila vida, que ya casi terminaba
sus agotadas pupilas, solo querían descansar.
Ella asumida en su humildad, luchaba por entregar sus último suspiros, a quienes siempre había amado.
Paradójica vida, entregó su alma a cambio, por esos ingratos seres que
tan mal le pagaron.
Sus ángeles cada vez la abrazaban, con sus grandes alas blancas.
La Ninfa de cabellos rojos, no estaba preparada, para verla partir. Ella era su amor, su todo, su alma.
Un ángel le susurro al oído, que ya era la hora, debía dejar que las lindas canas descansaran
Sin ánimos de dejarla ir, apretó sus manos y con una mirada le aconsejo.. sigue la luz, sigue tu ángel.
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