01:49



Iván conduce. Yo voy a su lado, de copiloto.

Asientos traseros:

1- Adrián.
2- Pepe.

- Cariño, mmm, qué rica estás… - me susurra Iván mientras estamos parados en un semáforo en rojo.

Yo le miro con cara extrañada.

- ¿De qué? ¿De vitaminas?

Murmura en voz alta, altísima, por detrás de nosotros Adrián. Tan alto que se adhiere a mis oídos y se mantiene fijo ahí un tiempo que parece siglos y, aún hoy, continúa, aferrado en mi mente al recordar ese lapso de tiempo. Duele.

Iván le da un puñetazo en la pierna.

- ¡Au! - se queja Adrián.
- A ver que vas diciendo… - dice Iván.

Pepe se ríe.

- Ostia. - dice Adrián sin cortarse. - Cuando se ha reído éste me he dado cuenta que no tenía que haber dicho eso… - Y se calla.

Pero ahora ya da igual.

En un segundo me ha llamado gorda y fea. Sí, rica sí, claro que sí. Pero Iván no me lo decía en ese sentido, él no…


Imbécil.