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		¿No me tienes miedo? 
¿Es que acaso el frío acero 
no hace daño a esa piel ardiente 
que en el lecho era cómplice 
y en la partida era traidora en extremo? 
 
¿Será necesario amordazarte 
para no escuchar las súplicas, 
para no volver al pecado original de entenderte, 
para no comer de tu manzana, 
para no perderme si es que cedo? 
 
¿Es justo acaso tener piedad, 
tú que con el arma más fuerte y superior 
a espadas y cañones 
fuiste capaz de no dejar un ladrillo intacto 
dentro de esa pared sólida 
que era la devoción dedicada a tu nombre 
que encerraba un corazón terco? 
 
¿Es que no eres culpable de regicidio 
al haber destruído al otrora rey de tus sueños, 
de dejar que mi cabeza se cercene ante los crueles pensamientos 
que hoy me hacen verte en frío espectáculo, 
relamiendo y gozando de la venganza en mis labios 
y en cada nervio sensitivo de mis dedos? 
 
¿No estabas dispuesta a morir por mí 
cuando todo era paraíso e incienso, 
cuando las flores nunca habían inventado tantas formas y colores, 
cuando las aves nunca habían superado tantas melodías 
creadas por tantos hombres? 
 
¿Es preciso tu sacrificio, 
pues no estás en un altar ni hay un becerro al cual atar, 
y no eres hija mía para yo mudar de parecer como Abraham, 
ni dudar por un instante 
de la cuenta que debes pagar? 
 
¿Puedes darme otra alternativa 
antes que me convierta en irracional 
y mi cuerpo se tiña de rojo intenso 
y la luna deje de ser llena esta noche? 
 
Te ahorro la respuesta, pues la mordaza 
atada con habilidad no te deja 
pronunciar palabra alguna  
y sólo dejaría paso a tu hálito final. 
Sigue viviendo y pudriéndote cada día 
con la miseria que significa vivir 
con el perdón de aquel a quien tal cruelmente lastimaste. 
No mereces que te quite la vida, 
ni que mis dedos vuelvan a tus cabellos, 
ni que tu sangre intoxique mi cuerpo. 
A tu salud bebo esta copa infecta, 
distinto final al previsto, 
no tengo el valor para profanar mi ser, 
esa labor la tuviste encomendada 
desde que me diste el primer beso.  | 
	
Texto agregado el 28-03-2007, y leído por 119 
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