Un dia me disponia a regresar a mi casa luego de un intenso dia de trabajo, recien habia terminado de cortar el telefono, hablaba con mi mujer, que nose que era bien lo que me recriminó, fue entonces cuando de la nada lo vi venir...
Lo conoci sinceramente por la voz, jamas me podré olvidar de aquella tarde cuando caminando por un de las calles de esas que estan medias escondidas, esas que solamente recorre en epocas de estudiante y de noviasgos efimeros, aún me acuerdo y se me pone la piel de gallina... venia gritando, casi de igual manera como lo habia hecho esa misma tarde allá por los setenta cuando me tomo de atras desprevenido y me subieron a dar una vuelta.
Lo vi, en sus ojos, los mismos que habian sido testigos de aberrantes vejaciones, de muerte y dolor. Aun carga en ellos la ira y el rencor a los semejantes.
Me transporto nuevamente en el tiempo, hiba caminando solo, por diagonal 77 entre 4y5, fue entonces cuando de la nada apareció el fulano este con un par más de hijos de puta iguales que el y me agarraron de los pelos, yo en esa época tenia el pelo largo y barba, supongo que entraba perfectamente en el perfil de JP (Juventud Peronista por si es necesaria la aclaracion),cuando en verdad yo nada que ver con la politica, nunca me habia interesado y aun no me interesa,me tiraron al piso como una bolsa de papas, me cagaron a patadas, - a estos comunistas los vamos a eliminar uno por uno!!!
Dijo él sinverguensa mientras me propinaba la ultima patada. Intenté verle la cara pero la llevaba tapada... solo logre divisar sus ojos...
Logré safar de pedo, al parecer me habian confundido con un Monto, que hacia rato que estaban buscando, y que al parecer no pudieron encontrar nunca...
Siempre dije que me gustaria cruzarme otra vez con el tipo este... que cuando lo viera, le hiba a decir todas las cosas que no le pude decir en aquel momento, quizas por miedo, por dolor, o vaya a saber porque. Las maldiciones una a una le hiban a caer tarde o temprano. Por eso en cierta forma me alegro verlo salir de la clinica de oncologia de la que es dueño un amigo mio, y con el cual tengo mucha confianza, no pude evitar entrar al lugar y preguntarle a Maria (que trabaja en mesa de entrada) por el tipo que se acababa de ir, - ese es un tal Ferreyra, policia retirado, Cancér de prostata, muy doloroso, aunque creo que le queda bastante tiempo de vida, pobre va a sufrir bastante. ¿por que me preguntas esto? me dijo Maria_ -por nada le respondi, me parecio que lo conocia pero no, no era Ferreyra el apellido de un profesor mio de la facultad. ¿Jose esta en el consultorio? le pregunté a Maria. Si, esta atendiendo al ultimo paciente que le queda.
Bueno, lo espero, avisale que estoy.
En ese momento, pensé en salir a la calle y decirle al viejo de mierda ese que me alegraba que tuviera cancer, que la muerte le hiba a llegar pero que antes hiba a sufrir lo suficiente como para pagar algo de todos los males que hizo durante su vida, y saber que hiba a ser así la verdad que me ponia contento, me dibujaba una sonrisa en la cara, la misma sonrisa que me vió Jose cuando entré al consultorio y tuve que decirle que me habia acordado de una vieja anecdota muy graciosa.