CUANDO NO PUEDO LLORAR
“Igual que el sobreviviente
que vuelve de la guerra”
Maria Elena Walsh

Gracias doy a la lucha,
Estoy vivo por ella
La que me vistió en años
La misma que me alimentó
Y en muchas me escondió.
Me mataron
Me enriquecieron
Casi me enterraron.

Gracias doy a la vida,
Las lagrimas de mi madre
Llenaron el río en el cual viví;
Casi me da la vida para yo vivir más.

Gracias doy a los dolores,
Por mis hermanos
Por mis hermanos.
La mitad vivos, del resto no se nada.

Gracias doy al fusil,
Tengo mis manos enteras
¿Que será de los que no tienen dos?

Gracias doy a la sombra,
Ya he muerto en esta tierra
Que mi sangre no me indica que es la mía
Que es la mejor; que es la que me dio todo.

Gracias doy a los libros,
¿Como puedo ver las estrellas,
De una manera diferente
A la que vi en mi territorio
Dominado de libertad muerta?

Gracias doy al tabaco,
Lloro por lo que estamos
Por que estamos muriendo;
Lloro por lo que no están
Por que muertos los cubrí.

Gracias doy a la bayoneta,
He salido vivo de la estepa amada
He salido muerto de la jungla política
He salido vivo; sí; he salido vivo.

Gracias doy al viento,
Me recuesto en la memoria que ya es muy corta
Por lo vivido que es grande en amores conocidos
Que en la misma tierra ellos han de reír
Que han de comer pero; ya gusanos son.

Gracias doy a la malanga,
Por haberme hecho feliz
Por la sangre corrida
Por el pecho abierto
Por la vida oscurecida
Por todo lo que perdí.

Gracias doy a la libertad,
Por no estar vivo entre los muertos.
Y por aquellos que lancé a la vida de futuros inciertos
Con la mano en el corazón y la vida en el fusil.

Gracias doy a las caminatas,
Gracias doy a la vida
Gracias doy a lo que soy
Gracias a mis amores
Gracias doy a la desgracia
Por ésta vida que ya te entrego.

Gracias doy al trapiche,
Por el tiempo calido, por el clima frío.
Ya me canso de mis letras y la vida me persigue.

Gracias doy a la herida,
Por las gracias
Que soy y ahora doy
A la vida que me sigue
Por la desgracia de otros.

Gracias doy a los enemigos,
Ya estarán cansados de la vida
Que le misma estepa les mato.

Gracias doy a la tropa,
Por que fui el más grande y talvez insignificante,
Pero el más grande entre los que me quisieron.

Gracias doy a la posta,
Por no cantar en las noches de luna,
Ni silbar en serenatas rurales
Sin poder seguir el paso
De la patrulla en el bosque sin cruzar el río;
Que mi madre lleno para mí.

Gracias doy al amor,
Porque tu estas aquí
Y no ellos;
Que murieron sin saber.

Gracias doy al Diamante,
Por la hoja caída en el cuerpo del cadáver amigo;
Porque por él estas en tu patria y reprochas la verdad
De un “dollar” ganado con su arma vital.

Gracias doy a la música,
Por mi claros oídos; para escuchar las notas
De Mercedes; la gorda, y comunista llamarme.

Gracias doy a lo increíble,
Por el canto sordo del fusil roto;
Que me quito la bala del pecho.

Gracias doy a la zona,
Por todo lo que viene y lo perdido en el verano
Por la luna casta, por la vida que me perdí.

Gracias doy a la guerra,
Por hoy estar vivo sin mis amigos muertos,
Y los vivos presos por el hambre de los altivos
Enjuiciados de vida de los cortos con la mula en los huesos.

Gracias doy a la desgracia,

Febrero 16,1:39 a.m.