Mis ojos que apreciaron tu belleza se cierran
Mis oídos que te escucharon ensordecen
Mi voz que te declamo enmudece
Mi corazón que te ama llora inocente
Mis manos que te acariciaron
Ahora solo escriben el testamento
De un amor puro y cristalino
Que se niega a morir.
Texto agregado el 23-03-2007, y leído por 213
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