El problema es la maleta.....Una parte de mí la llena, la otra la vacía, y entonces, la canción es tan monótona, que me quedo hipnotizado mirando la púa saltando en la raya del disco de vinilo, y llenándose de pelusas hasta que ni canción se oye. Sólo un cepillado de fondo.
Y es en ese preciso instante, cuando despierto, y me siento urgido a perseguir lo inconcebible, e inevitablemente me pongo en marcha, levantando las más extrañas sospechas a mi alrededor aunque solo haya abierto mis grandes ojos,..... y es en ese preciso instante, digo, cuando intentan comerme, (tal vez por reflejo, o por repentina piedad).
Después de eso, ya más tarde, suelo preguntar la hora.
Y siempre acabo rumiando que es demasiado tarde para quedarse, y demasiado tarde para partir, y entonces........vuelvo a la maleta.
(Algo ha cambiado no obstante....tal vez, ya no me preocupe la hora). |