Me has encontrado, en las letras que encadeno y a tus manos he lanzado, y al alcance de tus ojos de dejado al descubierto. Has hallado aquí, las palabras que nos definen, que nos muestran las empatías de los eternos y de los amorosos, de los solitarios rencorosos. Me has buscado, me has leído y en mi llanto reflejado.

¿Sabes acaso que te esperaba? ¿Qué esta botella salió de mi isla desierta, buscando quien la destapara para venir en mi busca? Así fue como ocurrió que lancé una simple nota, día tras día con la esperanza de tocar alguna fibra conductora, un nervio que sensible percibiera un poco del sentido de cada frase y cada texto lanzado y visto desde la distancia cual mensaje a la deriva.

Aquí estuve siempre, esperando...