Caen. Murmullos vacíos caen. La voz no respeta plegarias de silencio. Se muere el dia en furiosas miradas. Acechan. Agónicas puertas al miedo. Infames retazos de anhelante lujuría. Umbrales torcidos de lagrimas negras. Huyen. Las ultimas dichas se esconden. Arrastran su carne por suelos sacrílegos. Claman sellar las heridas del dogma. Lloran. Brota la sangre de sal. Se hunde el puñal en raices dormidas. Abre la via hacia infiernos bastardos.
Texto agregado el 21-03-2007, y leído por 486 visitantes. (22 votos)