Noche de luna llena, después de un día con un sol demasiado brillante en el celeste, infinito e inalcanzable cielo, por fin descanso pacíficamente en mi casa. Solo en mi gran habitación. Las sombras se interponen entre el brillo de la luna y yo. ¡Venid a mi! Casualmente me obedecen...
Solo en la cama, rodeado de la negra i indescriptible penumbra, el silencio corre a través de la habitación...Solo silencio, unicamente se oye lo que en el dia sería inperceptible. Se ve solo lo que a luz del sol no sale a descubierto, los sueños...Inmaginaciones sin fin alguno, que pueden ser positivos o negativos, alumbrantes o sombrios, muy silencioso o hasta bullicio, con significado o sin él, en un minuto o en un milenio, el final, solo el final, el final de una fantasía inmaginaria que acaba con el comienzo del día. El cual es interpretado por la luz del sol que pentra por la ventana de la habitación llegando a los ojos y haciendonos reaccionar, aunque sin ganas de despertar.
"¡Déjame ir! Déjame escapar alli donde no sea ilumbrado, allí donde no se me vea y te pueda ver, allí donde estemos solos, perdidos en la inmensidad de mi océano de sueños, solo mis pensamientos...y tu, la otra parte de mí, mi cuerpo, dominado sólo por lo que siento, siguiendo tus pasos apenas visibles, apenas perceptibles, te oigo cantar y sieento que mi cuerpo hierve de emición: tengo ganas de encontrarte, pero te pierdo"... Es entonces...cuando despierto: solo, en mi cama, con la sensacion de haberte encontrado, pero sin la felicidad de ver tu rostro, sin tu aroma rodeando mi cuerpo, sin ti...Esperando otro inacabable día para encontrar en mis sueños un nuevo lugar para soñar... |