Aquella tarde decidí salir a pasear, cogí el tren sin dirección alguna. Observando a través de los cristales y el tren deteniéndose te vi sentada junto a una maquina expendedora de billetes. Estabas como dubitativa y decidí apearme, sin vacilar me dirigí hacia ti,
- hola ¿esperas a alguien? levanto su mirada, un enorme brillo surgió de aquel rostro angelical.
- Hola ¿que haces aquí? -ni yo mismo lo se decidí salir a dar un paseo, no tenia destino y cual fue mi sorpresa al ver tu delicada figura esperando quien sabe a quien.
-He de ir a un cumpleaños dos pueblos mas allá, es allá donde espera mi hija, pero algo hizo que bajase aquí.
-Si lo deseas puedo acompañarte no tengo nada que hacer.
-Gracias pero he de permanecer aquí, siento como si halla nadie echase de menos mi presencia.
-¿Quieres tomar algo? y conversamos si tu lo deseas puedo ser aquella parte perdida que no encuentras.
-De acuerdo pero tengo poco tiempo.
-No importa, estar un segundo a tu lado es lo que cualquier ser humano pudiera desear –
Tomamos una consumición, hablamos largo y tendido, hasta que decidió marcharse se levanto de la silla, anduvo tres pasos, se giro , miro…
-¿No esperaras a que te levante verdad? aun nos queda un largo camino por recorrer.
Me levante, me dirigí hacia ella, al llegar a su altura asió mi mano y rodeo mi cintura, caminamos durante un largo tiempo, riendo, hablando jugando hasta que allá a lo lejos se vislumbraba el final del camino.
-Hemos llegado y ahora he de despedirme , se que no debería hacerlo pero mi cuerpo lo pide. Acerco sus labios junto a los míos , sentí el roce de sus pezones sobre mi pecho , y el abrazo de sus muslos sobre mi cuerpo , todo mi ser se estremeció.
-¿Volveré a verte?
-siempre que lo desees, estare esperando tu compañía cuando salgas a pasear cierra los ojos y allá me veras junto a mi copa y tu aura.
La vi alejarse no podía moverme, cuando decidí salir tras ella una ráfaga de aire y un estremecedor ruido hicieron que me ocultase. Al volver a mirar a mi alrededor, estaba en el umbral de mi casa ¿Había salido o realmente entraba? ¿Fue sueño o realidad?
Justo ante mi se hallaba un espejo le mire y sobre mis labios había restos de carmín
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