Desde Toesca.

Cuando llovía mucho, sentía el río como océano.
-mami corramos que viene el río.
“es que a veces a dios también le da pena todo”
pensaba yo.
Yo que no tenía hermano chico
y que hubiese dado mi pierna por uno.
Yo que no tenia frenillos pero me ponía un pedazo de plástico en los dientes
y le decía a la Macarena Aillón que tenia frenillos porque era chori.
Que íbamos a los baños mixtos,
porque un pene no es nada si es que no te interesa.
Pero si un niño se sentaba a tu lado era tu pololo.
Y un día un niño se sentó al lado mío,
mientras el pepe estaba enfermo, pero cuando volvió,
le partió la cabeza al pobrecito niño con un juego de figuras geométricas.
Ahí me enseñaron que el rojo es el circulo,
el cuadrado azul, el triangulo amarillo y el rectángulo verde,
cosa que con el tiempo vi que no tenia ni un asidero real.
Un día me intoxique comiendo huevos duros
y me desmaye mientras jugábamos a las carreras
y vomité sobre una mesa verde con sillas naranjas
esperando que mi mama me fuera a buscar.
La llamaron bien temprano pero fue la ultima en llegar.
Estaba lloviendo, me acuerdo.
Y yo le gritaba “mami, corramos que viene el río”.