Deja que se derrame el manantial Que el agua de mis sentidos aquiete la tormenta de mis pupilas. Que en la extensiòn de tu enorme piel me encuentres derramada para que nuestros cuerpos se diluyan en un eclipse que calme la angustia de vivir y el dolor de cada dìa morir. Acèrcate Escucha el sonido de mis làgrimas, que sean un bàlsamo a tu espìritu guerrero. Estrechemos nuestros cuerpos, sacudamos el rencor. Olvidemos Amor.
Texto agregado el 19-03-2007, y leído por 308 visitantes. (10 votos)