..la conocí el viernes, no sabría decir si por la tarde o por la noche...
...caminaba solo con un cigarillo por las secas avenidas levemente iluminadas, traicionando los deseos de la muerte acusadora, la miré y ella no, ella veía hacia otro lado... Ella vestía elegante, un vestido, sus joyas, una bolsa y sus ojos azules desvariantes, la abordé y en un gesto de falsa caballerosidad le he invitado un whisky en uno de esos bares donde males no se curan y amores no han nacido, sólo cuentas mal pagadas y almas ya perdidas se encuentran en las mesas otrora elegantes, hoy, roídas...
Nos calculamos, nos medimos y nos fuimos besando leve, sus manos temblando me condujeron a la locura y en un espasmo ansioso y cruel nos miramos a los ojos, entendí un grito lastimero y sus manos en mi espalda y la ganaba poco a poco...
Su desnudez era eterna, sus besos inolvidables, sus senos me acariciaban como brisa triste y ausente, mis colores fueron cambiando y sus sonidos creciendo, y poco a poco la fui teniendo y la fui perdiendo y así.. ...así nos entregamos por una noche, fuimos los mejores amantes, los de libro, los de afiche, los que se prometen la primera noche y los que faltan en las ciudades...
Era el tiempo de irse, sí, se tuvo que ir, me ha dejado una nota entre disculpas, risas y besos, excusándose de antemano al tener que parar el encuentro y de rodillas y vencido leo, con un tono desgarrante...
...disculpá, no me pude presentar, mi nombre es soledad...
lloré y desde esa noche acostumbro dormir solo.. aún teniéndola a mi lado |