Viniste a mi empuñando tus cañones y dispaste donde tu visión decía que sería más certera la estocada. Yo respondí presurosa e imponente con la más alta y gruesa de mis murallas. Seguiste con cañones disparando y yo con mis palabras hice un alto:
- Alto mujer que no sabes quién soy, y que en esta batalla no tienes tu cabida, viniste a mutilarme sin respeto y con respeto te pido que te vayas.
Tu trataste, con falsa diplomacia de justificar tus tiros , bendecirlos acaso, más yo, guardiana de mi mundo te abrí la puerta grande y te dije con la mayor de mis calmas:
-Puedes irte mujer por tu camino que yo seguiré el mío. Golpeaste mi mundo sin respeto, yo con respeto te exijo que te vayas a buscar tu camino.