Me empujas del tajo de tu sutileza,
me arrojas con asco,
-puta de mierda-
queriendo repudiarme,
para que yo no intente matarte,
(clavarte en el centro de tu demencia).
Te tengo entre mis tetas,
encogiéndote como siempre envidiamos,
dándote apetito de la mierda que dormía en mil lenguas,
-mis mil lenguas-
Y te tengo sobre mi vientre,
bailando en el aprieto de mi epidemia,
entrando en mi ombligo,
hundiéndote para tenerte de nuevo,
rota, quebrada, preciosa
-un recuerdo malgastado-
Gira cariño, gira sobre mi sangre,
gira sobre mi sexo,
que tu adversidad me hace cosquillas en la espalda,
tu punzada me ama,
me desea encima de tu flema,
mordiéndote la pendejada amarilla que tanto te gasta.
Y si puedes, mátame cariño,
-una vez más-
la sospecha lo necesita,
mi atrocidad te la quiere chupar,
-son sólo pesadillas-
te absorberá, hasta que me lances de nuevo….
-“tómame perra, y no me ladres”-.
Por eso mi puta te ama, te enamora, te conquista
y al fin….te suplica.
Tú sabes….mi putita de trapo (a la que siempre salvas)
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