El mismo bote que pilote, me llevo
a las mansas salobres de un viejo pesar;
con los nombres ya relegados
en el camino carnívoro de un leve y nuevo
trotar, en las aguas que ya; hay que amansar
con los grandes mitos desde los mismos lados.
Propongo una pequeña falsilla
en el andar del viejo roble, alto e impenetrable;
que no nos toque con hidalguía
para llegar al fondo de un dilema sin fin.
Propongo dos cosas más
- La vida ha de acabar cuando se acabe
- La muerte nos lleve cuando sea el fin
Son las verdades que hemos esperado en años.
Son las clases que no hemos ejecutado
Son las bestias que nos llevan remotamente.
Abato mis pasos suaves y traicioneros
sin que pueda mañana implorar las decisiones
y cambio la ruta del peregrino, sin antipatías.
Propongo algo más:
Que la muerte no venga en esta noche.
Que Caronte duerma, placido y tarde.
Texto agregado el 18-03-2007, y leído por 112
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