La alfombra de la sala aún tenía una marca grande de tu olor.
Lo descubrí mientras limpiaba el polvo debajo de la biblioteca.
El plumero se encargó del polvo de los libros de historia del pensamiento medieval, que me regaló una monja marxista, y que si bien no los he leído, los he limpiado más de 20 veces.

Cuando se cae el tomo segundo, encuentro tu olor en la alfombra. Estaba arrumado en las motas grises allá en la esquina,..... me acerqué y el olor se mostró algo uraño y fuerte: me embriagó y tuve que soltar el plumero.

Tu olor subió por mis cutículas y llegó por fin a mis muñecas, que muchas veces tomaste para que al fín me callara, en mi noches de fiebre verbal. Tomo denuevo posesión de mi cuerpo, que dejaste timado junto al lavamanos y las toallas tibias de tu no presencia aquel día

Allí..... me sentí des habitado de ti ...abandonado ...desnudo en el oceano de felpa gris; busqué después de ese ataque de tu olor , tu figura .
Me irritaba... se negaba a marcharse como tu figura, que la alfombra la deshizo el mismo dia que tomaste todo lo tuyo y te fuiste.....me di cuenta que aun me olia a ti....
pero tengo el ambientador y una chimenea
para quemarte...
para olvidarte .....dia de por medio.