No pasaban de las 7 cuando ya se sentía el olor a ti en el ambiente, de improvisto me desperté abrazando tu ausencia con lagrimas en los ojos, me propuse olvidarte de una vez y para siempre, beberme ese mal de amor que me dejaste esa madrugada de febrero, pero tu y yo sabemos que no pude, q por eso te escribo mujer de sueños, amapola en retoño. Besos de almíbar alegraban mis mañanas. Tu divagabas con mis canciones y yo me perdía ilusionado en tu mirada , y el vapor q desprendía la carne trémula se hacia intenso al pasar de los años. Y es tan duro recordarte q es lo único que hago y así se me va olvidando comer, salir y respirar, ¿por qué te escribo? No puedo respondértelo porque aun no lo se, pero si es q alguna ves tu ojos misericordiosos plasman su mirada sobre este mi humilde poema . recuerda los divinos momentos que tuvimos tan celestiales que nos celaban las estrellas, no me olvides vida mía, para q mis ojos vean la luz del día, recuerda que te amo y te amare tu humilde servidor, servio.