(Leer antes , "Luz, siete días" y "Entre luz y oscuridad")


Y la guerra de los Espíritus empezó!, ninguno retrocedía, borbotones de plasma energético bañaban el cielo con explosiones brillantes, mientras cada ángel moría, una nueva estrella se formaba…


Luzbell:

No se rindan sigan atacando, seremos libres!, tenemos la capacidad de pensar por nosotros mismos!, no necesitamos ordenes!, al ataque, vamos todos al frente por su General, por su Dios, Luzbell!, nuevo emperador de los cielos…

Azrael!, vuelve acá, refuerza las defensas del norte, debemos contrarrestar el ataque de tormentas plasmáticas que viene por ese lugar, necesito toda su energía acumulada en el sector de la Luna muerta, entendido!, no podemos perder, no podemos perder!, ser vencidos no es una opción….


Miguel:

Repliéguense, repliéguense!, no retrocedan!, armen filas de tres en tres!, … Kalelh, todavía no llega el arma que pedí que sacaran de mi cuarto… No Señor, aún no!.... que esperas entonces, el futuro de esta guerra depende de ese artefacto, anda y búscalo !, te esperare en el frente de batalla.. A luchar!, por la gloria de los cielos, batallen por su Dios, mueran por él..


Luzbell y Miguel:

Por fin se vieron las caras, uno por uno caían los combatientes, mientras se acercaba el duelo de Generales, Muerte y Vida, las dos espadas, chocaron, provocando una explosión de energía poli acumulada, ninguno de los dos se rendía, ni flaqueaban, peleaban por sus ideales y pensamientos, hasta que un pequeño descuido de Luzbell, permitió a Miguel tomar la delantera, el logro herirlo en el brazo izquierdo, mientras que Gabriel llegaba con la llave de los siete vientos que empujaría a Luzbell y sus Ángeles a la Tierra, ahí empieza el fin de la historia con otro relato mas triste, que es el sufrimiento de la Humanidad..

(Continua en el penúltimo texto “Oscuridad, siete días”)