TU VOZ


Tu voz me llega
como una broma absurda
del destino siniestro,
me abraza la incertidumbre
en las mañanas azules
de mi melancolica existencia,
me susurra tu pálida ausencia
llenando de bruma
todas las noches sin tu mano
en mi alma.
Largamente me acuna la paciencia,
escondiendo la furia y el grito
que se esconde en mi violenta tristeza.
Tu voz me llega tan lejana
como una canción sin música,
tan sonora como el ladrido
de un perro muerto,
me arrastra hacia la niña que fui,
envolviéndome como un mal presagio
con recuerdos de mi resignación eterna.
Y me dejo abrazar
por la tempestad de mi horizonte,
siempre quieto,
siempre bajo el delgado cimiento
de un futuro torcido,
alrededor de las hojas secas
de este otoño mio,
que arde en esta piel sin vida
desde que tu voz me llega,
como una broma absurda...