En el crepuscular atardecer de un viernes que escapa como una hoja que cae sutilmente de un àrbol, veo como el viejo zaguàn de la casa de la esquina, que antes era paraiso de incontables historias, se ha vuelto hoy un icono mas del olvido de la humanidad y como todo en la vida ya cumpliò su ciclo; asi son todos nuestros dìas del existir humano; cuantas caras vemos a diario y cuantas obras realizamos en un dìa, o acaso nos ponemos a pensar en esa señora con la que siempre nos topamos en la calle con su rostro demacrado por los años, que pareciera querer decirnos algo pero se traga su comentario, por que ve en los ojos de aquella persona un cierto desprecio. O el joven de patineta que anda sin rumbo las calles del Boulevard, en el que siempre nos sentamos a arreglar el paìs a punta de lengua junto con otros 3 estupidos, o acaso nos preguntamos ¿que serìa de la vida sin el hombre?, porque obviamente sabemos que el hombre sin la vida no serìa mas que un pedazo de cadàver, pues sì asi es el diario vivir de un vagabundo recorredor de la vida esperando solo el ultimo soplo de aliento en este teatro uniersal que es la vida...