Si, ayer perdí el móvil. No sé bien como ocurrió. Cuando intento recordar donde lo pude dejar, tengo lagunas, vacíos en la mente, que no sabía que existían, pero que descubro cuando intento hacer memoria. No sé si lo perdí cuando me llamaron para salir por la noche, pero no pudo ser entonces porque más tarde lo usé. Si, que llamé desde el bar donde había quedado para tomar unas cañas con mis amigos, ya que éstos se retrasaban. Recuerdo que me tome un par de cervezas antes de que llegaran. A ver, luego fuimos a cenar, que por cierto, la cena la regamos con un rioja que estaba buenísimo, nos bebimos casi tres botellas. Mientras estábamos en el café y los orujos, llamé a Ismael ¿O me llamó él a mi? No llamé yo, que primero llamé por error a Isabel, mi compañera de trabajo, como la agenda va por desorden alfabético. Pudiera ser que me lo dejara sobre la mesa de aquel restaurante. Aquí empiezo a tener lagunas. Haré memoria. Luego fuimos al “Mójame en la Salsa”, que allí hacen unos mojitos que están de fábula, pero creo recordar que llevaba el móvil en el bolsillo, porque luego cuando pagué el Whisky con cocacola en el “Ricoamor” me parece que lo saqué con la cartera. No, que el whisky me lo pagó Gustavo, yo pagué los gintónic. ¡Lo mismo lo dejé sobre la barra!. Aunque también lo pude perder mientras me besaba con aquella chica pelirroja o cuando estuve bailando en el podium del “Aquí me quedo” o tal vez cuando me caí en el “Slump”. ¡¡¡No me acuerdo!!!. He de hablar con la psicóloga, porque pierdo demasiadas cosas.
Por la tarde perdí un libro que me dejé cuando me senté en aquel banco del paseo marítimo. La semana pasada el reloj. Paraguas no sé cuantos he perdido, he perdido la cuenta y juegos de llaves debe tener una copia cada habitante de esta ciudad.... Bueno, uno se que lo tiene ella. A ella también la perdí o la quise perder. Ahora pienso que lo que perdí es el tiempo mientras estuvimos juntos. Durante tanto tiempo me rebajé a lo que quería que fuese, que casi me pierdo yo. Recuerdo que mi padre por entonces me decía, que lo que no debía perder es la dignidad, pero pienso que para perder algo, antes has de tenerlo. De todas formas en todo ésto no quiero seguir pensando o perderé el juicio. Me gustaría perder la memoria, hacerme una lobotomía y extirpar donde almaceno su imagen, para perderla de vista.
También perdí un abrigo al que tenía mucho cariño y recuerdo que alguien me comento; “Más se perdió en Cuba”. Odio ese dicho. ¡Si yo he debido perder cuba entera!.
Al final de la cuenta me quedo con la impresión de que sólo se pierde lo que no se cuida y debo tener demasiadas cosas descuidadas.
Me voy, que intentando recordar he perdido la cabeza y lo que voy a perder es el autobús........No.... lo que he perdido es el Bono-bus. ¡¡¡PORRAS!!! |