MARCELA VANMAK y ALEJO URDANETA
‘CON EL ESPIRITU DE LAS MUSAS*’
(fragmento)
9 de marzo de 2007

ESA TARDE BULLICIOSA

La tarde erizada vuelca su luz:
Es un trazo en pincel
estampar tu efigie eterna,
al modo florentino,
penetrada en la idealidad de lo bello
tu intemporal figura,
en un simple cuadro de óleo y muerte,
pobre página sobre el lienzo.
Que lo vean todos,
que todos me miren contemplarte
en este salón de fantoches
que nada dice
ni puede expresar tu luz invulnerable,
con los colores que se colocan y pierden
ante la frescura de tu mirar infinito,
huidizo como el tiempo que me agobia
sin remedio.
Y ahora me miras en escorzo
y te vas tras del telón de mi angustia,
que no cesa.
Llanto de orquídeas,
agua de volcán
puedo ofrecerte
en esta tarde breve y olvidada.
Olvidada tarde,
como el deseo
que no me abandona…
**

A LA NOCHE

La desnudez de la noche llega
Dejando el taller en sombras
Las manos enviciadas del genio
Que llora bajo la tela de sus ojos
A la imagen muerta que no he
De crear.
No existe el amor entre pares
Sólo abortados bosquejos
Que el crepúsculo capta
Y los derrama sobre la tierra
De sus senos rosados y tiernos.
Él sabe que de algún lugar
Están unidos,
Quizá dolor o deseo
Que se empotra en su cama
Y le lame las heridas
Mientras el sueño le devuelva
La inocencia
Al hacer el sexo
Con su musa
En el bosquejo.
**

AURORA
Tu esperanza vive en la obra,
gotea esperma de la forma
y deja llanto y locura en el lienzo.
Nace el anuncio en esbozo
primado del ansia sin tregua,
y el artista, solo, isla en mitad
del bullicio,
vive el quebranto en la tela
mancillada de humanidad.
Y contempla el espasmo orgánico
del cuerpo,
huele el almíbar de agua y albúmina
en la espiga de tu vello.
Saborea con la lengua
el color de sus propias manos pintadas,
como si fueran las manos que ama,
o la gruta de seda y de sangre
abierta a la luz del pincel.
Tiene el deseo en los ojos y la sed en su boca,
igual que el río que alcanza la mar.
Cree ahora que todo termina.
Y el sexo se le hace montaña,
Y se hunde en la entraña del agua:
es ahora él mismo la musa
embate del mar en la arena.
Y ella, arena,
y él, torbellino de aguamiel.
**

El DIA

El crepúsculo del día
Se lleva el claroscuro
del secreto que guarda
entre la zozobra de su espuma ardida.
Cuanto más nada en la inmensidad
De la angustia mayor expía
El ancla que busca su isla.

No será salvado,
Si será salvado,
Su alma es un marinero
Ciego que bracea en medio del
Deseo que lo engulle en su profundidad
De espuma de mar amoroso
Y entregado como poeta
Que viene del piélago
Con el halito atragantado de amor y muerte.
Sus estrellas lo miran y cubren
Con una capa de piedad.

Es tarde,
El día comienza y la obra
Se impone
Efigie inmortal que debe descifrar.

***

No tiene todavía perfil definido,
es el borrón que deja el insomnio
al amanecer tardío.
Despertar sin trinos de aves,
adolorido de colores inasibles,
busca de sensaciones en el destello solar,
en la incierta lumbre que exacerba
el graznido de los cuervos
al pie de la ventana en el altillo.
Es de día y debe continuar,
Pero lo atemoriza la duda
y hace de espadachín de bruma
y arremete contra el vacío
de la triste estancia.
Aquí y allá,
dispersas en alcohol,
se derraman las armas
y triunfan los adversarios.
No tiene playa
Ni pradera
Ni música de organillo.
Sólo tiene un áspid que enarbola
al crepitar de la mañana….

Pero lo espera tu efigie.

***

Media mañana

Es deber del artista asir
Comprender y celebrar
La belleza que estalla como una ola
En la piedra.

Y bulle incesante visionario
Elevando su paleta
Donde viven todos
Los colores ora cadáveres
Ora esclavos
Que caminan a la luz
Cuando resucitan
Las manchas del arco iris.
Mas herido por el sueño
Su talento es maldición
El anhelo se deshace
En la hondura de la ciénaga
Y descubre que es la soledad
Quien le dio su pubis.
Trocada pieza
De museo
Amante áurea
Traslucida y Verduga
Le besa con sus fauces y le obliga
arrodillarse ante su obra
como ante una esfinge
que guarda
esmerada
el pincel
en el beso

*Poemario escrito a cuatro manos y un corazón. Los poetas no se conocen pero la magia de la Internet hace posible el encuentro…