Recorro con mi dedo el estante, noto el polvo, lo arrastro, llevándolo conmigo, haciendo que forme parte de mí, como lo fue seguramente antes.
Uno, dos, tres, cuatro... Cuento en mis adentros mientras observo mi dedo,
Simple, continuo...
Cierro los ojos.
La imagen cambia, ya no estoy donde estaba si alguna vez estuve, un perro cruza la calle, la noche cubre la ciudad y mis pasos resuenan, uno, dos, tres, cuatro cuentos mis pasos al son de su sonido,
Simple, continuo...
Cierro los ojos.
Aparezco dentro de mí, estoy atrapado viendo una pared recién tapiada, detrás de mí una puerta, la abro, otra y otra y otra... No noto angustia, sé que encontraré la última.
Simple, Continuo.
Abro los ojos, Despierto.
El despertador suena y comienza la realidad,
Uno, dos, tres, cuatro...
Los segundos pasan en el reloj la vida continua, los efectos de tiempo deciden no borrarse.
Mi dedo esta manchado con los restos del polvo,
El perro recorre las calles,
Sigo abriendo puertas,
Mis ojos parpadean recreando las imágenes.
Uno, dos, tres, cuatro.
|