TESTIGOS MUDOS DE UN GRAN AMOR

Al abrir hoy, el cajón del placard, me encontré con un sobre que contenían, cartas y tarjetas guardadas con gran pulcritud, eran portadoras de mensajes amorosos, eran las vivencias que minuto tras minuto, hora tras hora de fogoso idilio que con solo mirarnos nos trasmitíamos el amor que sentíamos… hoy ya no existe, está olvidado, a través del tiempo.
Y comencé a leerlas para recordar ese pasado maravilloso… palabra tras palabra… éstas hicieron que ese pasado me envolviera en una espesa bruma y las imágenes comenzaron a desfilar delante mío una tras otra… de ese amor intenso que sentíamos; pensábamos que era para toda la vida, pero el tiempo y el destino se encargo de hacer todo lo contrario, y ese fogoso amor se fue apagando de a poco; e hizo que las cenizas se esparcieran con el viento.
En un momento dado, pensé que este pasado que hoy estaba reviviendo me haría daño, pero no, me di cuenta que lo recordé con cariño…
Medité un instante … y noté que lo nuestro nació de un romance puro y sincero, murió como fue: “como un gran amor”. Pero este me dejo dos soles que hoy giran a mí alrededor iluminando mi vida…
Tomé el sobre, guardé nuevamente con sumo cuidado las tarjetas y cartas, que a través del tiempo se convirtieron en testigos mudos de un gran amor…



JEAN CARLOS