Caminaba por la ciudad. Depronto un petalo se desprendio d una rosa a causa del viento, el cual parecia estar un poco enojado. Comenzo a volar entre los arboles y a recorrer parte d un mundo que no conocia. Despues de llegar a la cima d su vida cuando ya el viento para de bufar, comenzo a bajar, a caer suavemente como desplomandoce por el aire acariciando ya el final del dia. Justo en ese momento cuando su alma intacta, fresca y perfumada quizo chocar de un golpe contra la tierra -no tan tierra, era pleno azfalto- paar luego morir en la batalla del tiempo, un alma en pena recorria las calles de invierno de mi ciudad. Estaba tan ciego y cansado de caminar solo y desamparado que piso el petalo y lo dejo desparramado en pequeños pedacitos, sin darce cuenta.
La noche estaba en plena victoria, a punto d gritar victoria contra el dia, el sol desaparecia de a poco por entre los edificios. Mi sombra quizo irce a dormir.
Mi alma miro fijo a los pedacitos que habian quedado por el suelo, cerro los ojos un instante, yvio la noche por sobre sus cabellos dorados.
Segundos despues la noche vencio al dia, y mi mente a mi corazon. Mi cuerpo apresuro el paso guidado por mi mente, antes de que mi corazon comienze otra vez en plena ciudad a llorar.
Al hombre entonces hasta el nombre le queda grande.