Mente y corazón
Te escribo con presunción,
si acaso tienes miedo, y opones resistencia,
en vista de el desdén de tu corazón,
admíteme la osadía de luchar sin clemencia.
Altivo por el matiz de tus lindos ojos,
en la ofuscación por la victoria de tu amor,
ávido por complacer tus antojos,
a tus pies implora un ruiseñor.
Ufano por el tedio de tu mente,
protegida con un broquel y a la vez inerme,
libera el soplo de tu corazón ardiente,
dulce princesa que en mis sueños duerme.
Alma, mente, y corazón,
difícil de unir en una expresión,
gran dilema que mella la razón,
tenaz pido tu comprensión.
Anhelante en mi noche te clamo,
con el iracundo grito de un amor difunto,
ambiciosos deseos armo,
que aguardan que revivas con tu canto.
Amor, arranca este miedo con un beso,
monta a mi soledad con tu alegría,
arde a la agonía con tu abrazo,
que nada puede vencerme si eres mía.
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