Dejame la sonrisa,
llevate los silencios,
las partidas,
la noche del adios.
Dejame tu sonrisa,
dejame
esa manera de mirar
de tu sonrisa,
esa que nadie puede ver,
que esta escondida,
ahogame los lamentos
con tu amable cobardía,
pero dejame la sonrisa,
el infinito sueño
de encontrarte,
por el triste camino
de mi sucia rutina.
Dejame
encontrar tu sonrisa,
sombría de esperanzas,
remanso de mi pobre corazón,
trigo y semilla.
Tu sonrisa
me lava las caricias,
incrustadas en mi carne
que grita
y me anuda al río abandonado
que emerge de tu risa.
Llevate mis latidos,
mi furia,
mi lejana alegría,
pero dejame el alma,
dejame tu sonrisa...
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