Plagado de zánganos absurdos que se baten por escalar.
Se pisotean las colas, se cortan las alas mutuamente, si te descuidas te botan de una y sin pensarlo.
La tierra sigue girando, segundo a segundo, minuto a minuto, día a día, año a año sin la más mínima intención de detenerse.
La gente corre al oeste, tratando de ir contra el tiempo. Llena sus vacíos con compras absurdas. Ve en la televisión programas banales que no aportan nada más que la perdida de tiempo y un poco más en la cuenta de la luz.
La actualidad no es más que farándula, y los hechos más importantes donde realmente deberíamos fijar nuestra atención, ya no son más que datos, un muerto es una tragedia, mil muertos una estadística.
La comodidad se compra en cualquier multitienda, y que sea con control remoto por favor. Un poco de dinero de plástico y descargan contra la cajera.
Es una carrera en el sistema al que se venden. En los buzones ya no hay noticias de aquel viejo amigo, de un amor secreto, solo cuentas, facturas y publicidad. Ni siquiera se acuerdan de olvidar, es algo tan automático como la maquinaria irreflexiva, que hace mil juguetes por hora, en un mundo donde no quedan niños, si no pequeños adultos, personitas en potencia. Ojala un futuro titulado, si no, no será nadie.
Se refugian en la capilla, se cuelgan una cruz en el cuello, se impregnan de religión y así se visten de buenas personas, claro que los valores van en las suelas de los zapatos.
Inventan dioses, prenden velas a los santos, así justifican todo lo que pase en el mundo, es más fácil que hacer algo por cambiarlo.
Y callan sus faltas, donando el 1% a la iglesia.
La ironía tiene un pacto con el diablo, y se ríe de todos los cuerdos que nos movemos por los bordes de la vida, que nos quemamos los ojos viendo tanta controversia.
Y nos llaman locos por gritar que el mundo sé enfermó, sus mentes inconcientes nos ocultan con indiferencia, se mofan de los idealistas, de los soñadores, de todo aquel que mire el paisaje.
Será que corren por que saben que en cualquier momento, la tierra cansada de tanto abuso no aguanta más y nos manda a todos a volar.
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