Bajó del cielo,
blanca fortuna,
era la luna
vestida de seda
en noche serena.
Sus ropas cambió,
de blanco a rojo,
de rojo a negro,
bella sombra terrena
inundó su piel bella,
como cernicalo ante blanca paloma
en caza inquieta,
bella silueta.
Al sol buscó
su santa luz,
su enamorado perdió,
buscó su presencia,
ante tan gran princesa
tierra bella pero oscura,
sol radiante, quemante.
Luna viste tu linaje,
tan noble su traje,
tiara, diamantes,
pendientes, corales,
al sol encontraste,
enamorado de inhojos,
miraste a sus ojos
cual novia encendida,
por tan bello novio. |