APOCALIPSIS

Se escucho la alarma del reloj, eran las 6:30 de la mañana, desde hace dos semanas no estábamos preparando para salir de de vacaciones, era asombroso por fin íbamos a ir al lago Titicaca, el lago mas alto del mundo, ¡Hay! Era tan extraordinario casi irreal. De pronto mi mama toco a la puerta fuertemente como si quisiera romperla -¡Alex muévete ya nos tenemos que ir! –dijo mi madre, entonces di un brinco y sin quitarme la pijama me puse el primer pantalón y camisa que se coloco en frente de mi, rápidamente baje mis maletas y me arregle, ¡Ho no! Tenía un terrible dolor de estomago por no haber comido nada desde hace un día, por suerte mi papá preparo unas exquisitas tortas de jamón serrano, jitomate y otras cosas, sin que nadie se diera cuenta me deslice cautelosamente hacia la cocina cuando iba a tomar una torta una mano apretó fuertemente mi mano, claro, era un sueño, mi hermana como siempre, se escondió perfectamente, igual que siempre, por lógica mi padre le había pedido el favor de cuidar las tortas fue nuestro peor error comenzamos una terrible pelea durante varias horas hubo gritos y enojos ya que en cuanto mi hermana toco mi mano provoco que gritara- ¡Mamá Ximena no esta lista! -, seguido de eso mi papá la defendió y mi mamá a mi, fue bueno recordarlo, (nuestra ultima pelea por estupideces).
Quien iba a saberlo, ya que después de ese viaje ya no habría nada, bueno eso creo.

Después de media hora de un tedioso viaje al aeropuerto, llegamos pero no a tiempo, nuestro avión nos abandono por solo diez minutos, fue frustrante, tuvimos que esperar cinco horas mas para un viaje a Machupichu.
Por llego la hora de nuestro vuelo, no obstante fuimos los primeros en tomar nuestros asientos, cada uno de nosotros fingimos ser indiferentes durante el vuelo, cada uno haciendo una actividad por separado, por suerte yo llevaba un libro que me entretuvo durante todo el vuelo.
Cuando llegamos a Perú, nuestra tía Carmen estaba nerviosa y atormentada, pero en cuanto no les acercamos se le curo el nerviosismo, y por fin se rompió el hielo, todos estábamos como si nada, felices y muy platicadores, en cuanto llegamos a su casa prendió la televisión y con seriedad dijo- estuve preocupada toda la mañana - ¿Pero por qué?-le pregunto mi mama a lo que le contesto mi tía- el avión en que iban a venir sufrió un accidente causado por la peor tormenta eléctrica de la historia- dijo mi tía Carmen – ¡ Ho bendito seas Dios!, nos has salvado la vida- dijo mi padre, pero no, todavía faltaba lo peor, eso no era nada como lo que se esperaba.

Al día siguiente fue muy divertido para nosotros, pero en las noticias mundiales era todo lo contrario, en China terremotos, en Norte América tornados, en Groelandía derretimiento polar, en el Nilo inundaciones gigantes, todo era catástrofe, todo el mundo se venía en cima en tan solo unos días, los catástrofes iban aumentando poco a poco, mi familia y yo casi no tuvimos problemas en circunstancia hasta el día que decidimos salir a la carretera para así llegar donde el lago, ese día estaba nublado y hacia mucho aire no nos impidió ir al lago, que era nuestro principal destino, de hecho el motivo del viaje estuvimos viajando mas de tres horas en la carretera había una terrible ventosa en varias ocasiones estuvo el coche por voltearse pero mi tomaba con mas fuerza el volante, cuando llegamos a la carretera el panorama era excelente de los dos lados nos cubría una montaña como si estuviera partida a la mitad, su color era verde pasto por el moho que la cubría, había una que otra hierba que sobresaltaba de entre las rocas tiradas pero bien fijas al suelo.
Por fin llegamos pero no llegamos como esperamos, en ves de un museo edificios, hoteles y restaurantes, había puro catástrofe como siempre, todo estaba destruido el principal hotel derrumbado y con explosiones dentro; pareció como si fuera un chiste al ver que los únicos changarros que sobrevivieron eran simples puestos de comida regional, unas mesas sobre la tierra y el pasto y techados, al principio tratamos de ayudar a la gente de las grandes empresas pero ya no pudimos hacer nada entonces nos sentamos en el puesto mas cercano al lago, donde pudiéramos nadar y divertirnos mis padres y mi tía estuvieron platicando como si no hubiera otro tema de política y los catástrofes, mientras que mi hermana y yo nos fuimos a nadar en el lago, entonces pasadas una hora mas o menos un pobre bebe y sus papás se hundieron dentro del agua, dejando brotar al aire unas burbujas y sangre, ¡El pánico estallo! Todos gritaban y nadaban como salmones tratando de subir una cascada con un oso esperándolos para destajarlos y comérselos, por suerte yo estaba cerca de la orilla y logre salvarme pero mi hermana, pobre de mi hermana solo tenía siete años y no nadaba bien, entonces un agujero se abrió en el gran bulto de nubes y también en el agua era un remolino y tormenta juntos mi tía en un intento de salvar a mi fue jalada por la corriente junto mi hermana, ¡Ho pobres!, se ahogaron en las profundidades, mis padre nos dio un fuerte abrazo de protección a mi y a mi mamá que estaba llorando desesperadamente por su hermana y su hija.

El catástrofe era magnifico pero terrible, relámpagos caían sobre el agua exactamente en el agujero, el hoyo en el cielo se volvió hacía al espacio dejándose ver el hoyo negro, pero alrededor una color magenta con gris, de pronto empezaron a caer aerolitos en todo el radio disponible entonces una gran maza de color gris con café se transparento de entre las nubes, era el fin, ese meteorito rompió el agujero en el cielo por su tamaño, - ¡Súbanse al coche! – ¡Rápido!-grito mi padre, entonces corrimos como nunca, rápido sin que se calentara el coche arranco y nos fuimos hasta que se escucho el golpe del meteorito en el agua, de pronto una gran maza de agua empezó a inundar la carretera, mi papá apretó por primera vez el acelerador, íbamos a mas de cien kilómetros por hora, el agua estaba tocando nuestros talones hasta que llegamos a la ciudad, el agua al tocar el inicio de la ciudad se disperso hasta la ultima esquina del acueducto, por suerte la ciudad estaba abandonada y no había problemas con el trafico, ya era de noche cuando tomamos la carretera hacia el mar, era terrible ver la destrucción del mundo, cuando pasamos a lado de un planta eléctrica las cosas empeoraron nuevamente ,una nueva tormenta eléctrica azotó sobre las plantas eléctricas dejando caer torres, rompiendo cables, partiendo el suelo, todo fue horrible, mi papá trataba de esquivar todo lo que se pudiera.
Gracias a Dios terminamos de pasar las plantas y dando una vuelta a la derecha para pasar por una caseta, freno mi papá, un trailer tapaba toda la caseta, nos bajamos a ayudar al conductor, pero ya era demasiado tarde, cuando nos asomamos a ver si seguía vivo únicamente se vio su mano colgando, todos estábamos desesperados nos metimos en la cafetería tienda de la caseta, lamento todo lo que hice pero que daba, ya todos sabían que era el fin del mundo. Saqueamos la tienda y pasamos al baño y de pronto se fue la luz, -¿Quién anda allí? – dijo una voz ronca y seca, con gran velocidad tratamos de tomar lo que pudiéramos, pero una cara anciana pero con mucha corpulencia apareció de entre la oscuridad con una escopeta, entonces mi padre la cafetera y se la lanzo en la cara, el señor soltó un grito de dolor y soltó la escopeta, fue el momento perfecto para escapar y así fue con velocidad increíble subimos y escapamos en el coche no tuvimos otra opción que estacionar el coche a la orilla de la carretera y dormir, en cuanto llegamos a dicha orilla prendimos una fogata y nos sentamos a ver por ultima ves la luna cuando una roca de la mitad de la luna se impacto con esta misma, el espectáculo fue increíble de pronto una explosión surgió del centro de la luna y se disperso en varios pedazos de roca, la explosión fue tan grande que una tormenta de aire azotó a todo el mundo.

Al día siguiente nos levantamos como a la una de la tarde aproximadamente, el clima seguía igual de nublado, mi padre prendió el coche y continuamos sin un punto exacto pero sin embargo llegamos a la playa, era el único lugar lleno de gente, todos pidiendo comida, ropa, medicamentos y otras cosas, era triste ver a las personas pidiendo ayuda y a los niños pequeños jugando como sin que supieran que ese podría ser su ultimo juego, era el ultimo lugar en el planeta que tenía vida, ya todos lugares habían sido devastados, la naturaleza atacaba al ser humano como nunca nadie sabía por que, los científicos decían- es un conjunto de efectos químicos provocados por el humano, lo mas probable es de que se acabe el mundo-, las videntes sus predicciones decían- la naturaleza esta enoja con nosotros por destruirla, ahora será su venganza, prepárense después de su ultimo enojo no quedara ningún ser vivo sobre la Tierra- todos las personas sabían que no iba a quedar nada.

Estábamos sentados tratando de descansar y viendo la última puesta de Sol sobre una isla en forma de volcán rodeado de pinos cuando empezó a temblar todo se empezó derrumbarse, la gente corría de un lado a otro, cuando un rugido detuvo a todos, dentro de la isla en el centro se hizo un agujero, desde donde yo estaba únicamente se veía una mancha roja en el centro de la isla, entonces una gran maza de lava salio de ella y junto con ella millones de dragones y demonios, en ese mismo instante se abrió un agujero en el cielo y apareció una luz de donde salieron millones de ángeles la gente grito como nunca llamando la atención de los seres no comunes; No era un acto de la naturaleza, era la lucha entre Dios y Lucifer ; en cambio nosotros estábamos en medio de los dos, empezó una terrible pelea, un arma de fuego era como una paja contra una escopeta, la gente corría a esconderse, mis padres cayeron por la presión de la multitud, trate de ayudarlos pero no fue posible, la gente me arrastro, lo que me hizo llegar a un refugio debajo del suelo, era cemento macizo y puerta de acero, estaba junto con muchos adultos y sus familias, la luz era poca y se fundía la lámpara con frecuencia a causa de los terribles golpes pero hubo una vez que ya no volvió nunca mas la luz, fue cuando aumento la presión, a lado había un señor que se puso a rezar y junto con una pobre niña que lloraba y gritaba comenzaron una locura silenciosa ya que nadie hablaba pero todos se fundían de tormento por dentro, una vez dentro de ese silencio un señor hablo- creo ya termino la pelea iré a investigar-, comenzó a abrirse paso entre la gente y ayudando a abrir la puerta salio, rápidamente se cerro la puerta, el silencio volvió de nuevo y con gran velocidad regreso, fuera del refugio se escucho el grito desesperado del señor- ¡Déjenme entrar!, ¡Por favor!, ¡Se los suplico!- nadie obedeció a sus suplicas, cuando únicamente se escucho un grito de terror y una risa diabólica que disfrutaba como tronaba el cuerpo del señor, los estallos y estruendos de guerra aumentaron, lo que nos permitía saber un poco mas lo que pasaba afuera, pasaron horas de guerra hasta que fueron disminuyendo poco a poco, hasta que ya no se oyó nada, por lo que había sucedido anteriormente esperamos una hora hasta que por fin decidimos salir todos juntos, poco a poco abrimos la puerta para asegurarnos de que no hubiera nada, y no ya no había nada salimos a la luz de nuevo cuando vimos a los mayores titanes peleando hasta donde se pudiera cuando uno de ellos recibió el ultimo golpe y cayo al mar pero antes de que eso sucediera yo y dos personas lo gramos entrar al fuerte y cerrarlo, la gente suplicaba por entrar pero no lo permitimos; se que fuimos unos malditos pero no había de otra, a cambio de eso sufrimos lo peor.

Se escucho el estruendo del agua que se impactaba contra todo lo que se le pusiera enfrente y en uno de esos golpes regreso la electricidad, el lugar no aguantaría mucho, tenía rupturas en todos lados, estaba cubierto de moho y como era de esperar, un chorro de agua quebró un pedazo de la pared, luego otro y otro, hasta que quedamos cubiertos de hoyos, tratamos de abrir la puerta pero la presión que el agua se ejercía sobre esta nos lo impidió.

Era el décimo día y el refugio estaba por llenarse, nos quedaban muy pocas fuerzas para hacer algo y una terrible pestilencia nos intoxicaba a causa del cuerpo de una de las personas que yacían muertas, no nos quedaba otra opción mas que morir esta vez se fundió el foco que nos iluminaba por que el agua lo cubrió lentamente el agua termino por cubrirnos ese fue el peor momento de mi vida, me movía con desesperación, pero que más podía hacer, entonces llego mi hora, me deje de mover y di mi ultima expiración, después vi todo como comúnmente se decía, vi la luz blanca dentro de un túnel, pero a sus lados se vio mi vida en un cerrar y abrir de ojos, y como la mayoría de las cosas, cuando llegue al fin del túnel tropecé por la inercia, pero no sentí dolor ni le paso nada a mi cuerpo así que me levante y empecé a caminar, el sitio estaba cubierto por un color blanco, y el suelo era liso y frío, entonces sentí una brisa sobre mi cuerpo lo que me hizo ver que únicamente traía una túnica blanca, seguí caminando hasta que me empecé a encontrar con gente y más gente hasta que vi todo el panorama cubierto de esta misma, entonces de una en una eran absorbidas al azar, yo me espante pero las personas caminaban sin sentido de un lado a otro, idiotizadas.

-¡Mamá!, ¡Mamá!- le grite a mi mamá -¡Hijo mío!, te extrañe tanto sentí un gran dolor al perderte, pero aquí te tengo de nuevo entre mis brazos -dijo mi mamá, - tengo tantas que contarte- le dije; -¿Que pasa? Mamá no me sueltes-, pero era imposible una fuerza extraña empezó a absorberme, pero ¿Qué puedo hacer?, esto es inútil, ¿Qué es eso negro?, no puede ser de nuevo la oscuridad, ¿Qué pasa?, ¿Por qué se borran mis recuerdos?, ¿Quién soy yo?, ¿Qué es esa luz blanca?
-¡Que hermoso bebé tienes!, ¿Cómo se va a llamar?- pregunto una enfermera, -¡Haaaaaaaaaaaaa!, ¿Qué pasa? Grite, pero no salio ningún sonido de mi boca, creo que estoy empezando una nueva vida, si es eso, estoy comenzando una nueva vida, ¿Me pregunto cual será mi destino?, no se pero esta vez si lo disfrutare.