He comprobado a través del tiempo y la observación que las religiones, en general, tienen un gran potencial para la humanidad, para la ética, para la paz, para el equilibrio interno, salud, etcétera.
Sin embargo, esto tiene un gran defecto, el cual es la iglesia y la expansión de la misma, ya que la iglesia mas que religión es una organización y como tal, busca mas que nada su beneficio propio, predicando para conseguirlo. Algunas de las cosas que predican sean probablemente buenas y manipulando la información por medio de sus palabras, escritos y otros medios, imponen a las personas mandamientos, reglas y hasta la forma en la que debemos de pensar. Todo esto provoca un límite en la libertad de las personas, tanto física como mentalmente, ya que nos mantienen prisioneros entre mandamientos y pecados, castigándonos con vergüenza y culpa, lo peor es que esta falta de libertad, sobre todo la mental nos impide crecer como individuos, ya que limitan la mente a pensar de una manera cerrada, necia y dependiente, a recibir perdón y purificación por cosas que tal vez no son tan malas como ellos dicen porque todas predican el bien sobre el mal, pero la gran pregunta es el bien para quien, el bien para la iglesia, el bien para el prójimo o para uno mismo, pues el bien común no existe, porque lo que es bueno para mi puede perjudicar a otro y un simple ejemplo donde las acciones propias No cuentan es el siguiente: si yo encuentro un billete de $500.00 en medio de una calle vacía, podría pensar “Gracias a Dios, ahora tengo el dinero que necesitaba para comprar ropa nueva, ya que la que tengo está rota”. Sin embargo, la persona que tiró accidentalmente el billete unos minutos antes de que yo pasara por ahí, podría pensar; “Dios por qué me castigas así, mis hijos necesitan ropa y medicina y eso era todo lo que tenía”. Pues no que Dios nos ayuda con sus milagros, pero cuidado, ya que también te puede castigar. En una parte de la Biblia dice mas o menos así: “Dios castiga a los malos, a los que desobedecen sus mandatos y a los que no lo aman, pero da salvación a quienes lo aman y obedecen. Pues que Dios tan convenenciero, ¿No que toda bondad?, pero lo que mucha gente busca es eso, alguien que controle su destino para evadirse de la responsabilidad de él mismo y al mismo tiempo tener esperanza de mejorar su vida, pero siempre atenidos a un ser supremo. Un ejemplo sería “Dios, por favor hazme el milagro, necesito dinero, haz que me saque la lotería” o “Dios, por qué me va tan mal en la vida, por qué me castigas así”. Estos son dos simples ejemplos muy comunes entre las personas, sobre todo en la cultura mexicana, aunque creo que todos quisiéramos pensar que lo que somos no es culpa nuestra, pero la realidad va más allá de cosas simples y las posibilidades son infinitas y creo que esa es la única realidad cierta, ya que las cosas que nos pasan pueden ser o no ser por lo que nosotros pensamos y es que no solo a la religión, también le echamos la culpa a la genética, al esoterismo, a las estrellas, amuletos, psicología, cualquier cosa para no enfrentar la realidad de nuestros errores.
La iglesia se aprovecha de esta debilidad para obtener poder y dinero, el esoterismo no se queda atrás, vendiendo amuletos, hechizos y limpias. La genética y psicología tal vez no son tan abusivas, pero aún así tienen sus desventajas.
Yo en mi experiencia personal, creo que mi suerte y mi destino, los elijo yo mismo y que la psicología, la genética, la religión y el esoterismo tienen un poco de razón y por o tanto tienen influencia en mi vida, pero el derecho y libertad de decidir es exclusivamente mío, o como yo digo: “Pueden ponerme al borde del precipicio sin aparente oportunidad de salir, pero nunca me obligarán a caer”. Mi conclusión es que si caigo es por culpa mía, pero esa es mi realidad, mi vida personal y yo invito a los que lean esto a pensar y analizar cuál es su realidad propia, porque podría ser muy distinta a la mía, abran sus mentes, pero por favor no sean dependientes y no evadan su responsabilidad culpando a otros. Busquen lo bueno que existe en todas las cosas ¿y lo bueno para quién?, Pues eso se los dejo a su criterio.
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