Cuando la noche suele eterna ser
Y las nubes sobre tu piel caen,
Tu fantasma de ti vuelve a nacer,
En tus ojos, la ira renace.
Una roja luna del oriente nace,
Entre las luces del desierto se posa,
Como una lagrima en el fondo yace,
Bella flor que esta alma goza.
Tu sombra entre mi cuerpo camina
Extrañas tus manos que mi espiritu seudcen
Entre tus labios te pude matar
Y tu interior en mis manos pude capturar.
Suavemente tu ser entregaste,
En mis manos te pude atrapar,
Y ahora una larga condena cumpliras,
En una fria noche, tu moriras.
Ya de mi jamas podras escapar,
De esta luz y en mis ojos permaneceras,
Al ritmo del sufir, te oire cantar
El amor que dijiste siempre estara.
Tus mentiras un placer fueron,
El dulce engaño, un eterno fracaso,
No sabes, nuestras almas ya perecieron,
Dentro de un eterno y gelido ocaso.
Ya se ocultaron, ya aqui lloraron
Pero nunca las vi en brazos unidas,
Gritaron en un baño de sangre, cortando
Las largas cadenas de amor, terminando
Bajo un seco arbol cantaron,
Y ella sola en sus brazos lloró,
El fuertemente la sedució,
Y lentamente ella su pecado mordió.
Asi acaba esta milonga,
Asi acaba este amor,
Asi acabaron estas bellas ilusiones,
Asi acabaran en desdichas, un adios. |