Alberto y Elisa, ajenos a la verdad seguían con sus encuentros amorosos llenos de pasión y lujuria, mientras miraban a lo lejos y veían el tractor trabajando la tierra, daban rienda suelta a sus fantasías haciéndolo cada vez con mas tranquilidad y descaro, no temiendo ser descubiertos por Juan.
Juan en tanto, al corriente de los acontecimientos, dejó seguir las cosas como si no supiera nada, su relación con Elisa siguió como siempre, y ella estaba segura de que el ignoraba todo, así las cosas el tiempo fue pasando y esa relación adúltera seguía su curso, hasta que un día Elisa descubre que estaba embarazada.
Las cosas a partir de ese día cambiaron radicalmente, Elisa terminó abruptamente su relación con Alberto, aduciendo temor a que temía que Juan se enterase, que esa relación era pecaminosa, en fin, nada de eso convenció a Alberto pero ante la negativa de ella a seguir con la relación no tuvo más remedio que aceptarlo.
Juan aceptó de buen grado el embarazo de su mujer, y pese a todo le agradaba la idea de ser padre, los meses pasaron lentos, el embarazo siguió su curso y esa mañana Elisa sintió que había llegado la hora de la verdad.
Ahora se definiría esta historia, Alberto, perdón por no haberlo dicho antes, era negro.
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